{poema}
Mire al cielo en la noche y empecé a llorar.
Mira a lo oscuro y lo infinito y sentí un vacío en mi aliento. Será que no vi estrellas ni luna y esas fuentes de luz son las únicas que iluminan esperanza en un fondo pintado de negro.
Será que el negro es tristeza o dolor.
Me sentí atrapada entre un río de carros.
Quería subir a un cohete y atravesar el espacio negro y seco.
Negro con poder que te come y te mata.
Tengo una notable falta de conexión humana.
Me pierdo en el largo y negro cabello de la vida.
Las luces de los carros y edificios me destellan y me dejan ciega pero sigo observando el penetrante muro negro y dolido enfrente de mi.
Avanzo y avanzo, sigo y sigo, un carro tras otro, y él sigue ahí.
Me persigue y me aterra. Tengo miedo. Me quiere atrapar y ahogarme en líquido oscuro que te consume.
Tengo miedo de la oscuridad aun estando en la luz.
Oscuridad no es falta de luz, luz es ausencia de oscuridad.
Tu canción es lo único que me mantiene a pie. Lo único que me mantiene cuerda y me dice que sigo viva, que corra más veloz para que no me atrape.
Siento un dolor desde mis tobillos que recorre mis piernas, quitándome el aire de los pulmones y amarrándose a mi cuello.
Tu canción se escucha cada vez más baja, más lejana; lloro y lloro pero nada ni nadie me consuela, mis ojos negros, reflejo de la noche depuran lágrimas sin cesar.
Me arrancaron la lengua y se comieron mis palabras.
Me arrepiento de haber levantado la mirada hacia el cielo negro, lloro por eso, porque eso robo mi inocencia, mi calma.
El cielo negro se convierte en un mar sin final, no hay figura ni medida para describirlo, los números pierden su valor.
Veo mi existencia reflejada en la noche. No es nada. Nada existe y menos yo. La música se sigue alejando.
Las lagrimas que recorren mis mejillas cada vez van mas apresuradas, como si tuvieran la necesidad de escapar de mi cuerpo, de mi mente. Cada lágrima que cae me quema y me duele. Mis ojos son mares, iguales que la noche.
Calma me nombro, pero no me controlo.
Derecha o izquierda todo es igual, mi estómago está viviendo una guerra, los ácidos de mi cuerpo me conquistaron y no conozco lo estable. Cada vez es peor pero el llorar no cesa. Alguien a lado de mi llora, será mi reflejo pienso. Trató de concentrar mi oídos pero estoy muy triste para lograrlo. La música se fue.
Chocó y muero. Pero no llegue a la luz.